martes, 8 de febrero de 2022

Los devorasueños. Una tormenta de deseos.

 


 

Sinopsis


Han pasado solo unas semanas desde que Van descubrió un secreto mágico: que los deseos realmente pueden hacerse realidad y que una sociedad misteriosa llamada los Coleccionistas nos protege de las terribles consecuencias que incluso el más mínimo deseo puede acarrear. Van sabe muy bien cómo los deseos pueden salir mal: su madre se está recuperando de una pierna rota, su amigo Pebble ha sido robado por el malvado coleccionista de deseos, el señor Falborg, docenas de criaturas peligrosas llamadas Devorasueños han escapado al mundo, y el mismo Van casi ha muerto, dos veces, todo por culpa de los deseos.

Cuando a la madre de Van se le ofrece un puesto en la famosa Fox Den Opera, ubicada en el tranquilo y hermoso bosque a unas pocas horas al norte de la ciudad, ella se lleva a Van con ella, con la esperanza de que este sea un hogar más seguro para su familia de dos. Pero Fox Den es el hogar de un antiguo Devorasueños, una criatura poderosa con la capacidad de conceder deseos que tienen consecuencias catastróficas; un devorador de deseos que al señor Falborg le encantaría tener en sus manos. Van deberá unirse a los Coleccionistas y encontrar una manera de detenerlo antes de que pida un deseo que deje al mundo sumido en el caos.


 

Opinión personal

 

Que fantasía de libro.

Unos días después de lo sucedido en el final del primer libro, volvemos a encontrarnos con Van Markson, esta vez solo. Piedra se ha ido y los coleccionistas no dan señales, así que Van pasa los días en casa de los Grey, muy a su pesar. Pero no por mucho tiempo.

Tras un incidente que hace pensar a su madre, que sobre ellos pesa alguna especie de maldición, un viaje inesperado a La agencia urbana de recolección y una misteriosa postal abandonada, la vida de Van va a dar otro pequeño pero nada agradable giro. Ingrid Markson decide que la ciudad no es un lugar seguro, que sus vidas serán más tranquilas en la Ópera Fox Den, donde todo alrededor es bosque.

Pobre Ingrid, no sabe que equivocada está, porque en ese bosque hay una mansión laberíntica llena de objetos preciosos, cajas cerradas, un hombre pulcramente vestido de blanco, una niña con los ojos del color de los centavos llenos de verdín y un pozo con una criatura milenaria.

Con un toque mucho más oscuro que en el primer libro de Los devorasueños, esta continuación nos trae de vuelta a esos personajes tan carismáticos, en un nuevo lugar con una ambientación maravillosa. Una narración ágil e impecable que nos mete de lleno en una historia en la que un Van con las ideas un poco más claras lo dará todo para ayudar y proteger a la gente y criaturas que le rodean.

Poco más de 250 páginas que son una exquisitez para todo amante del Middle Grade fantástico, un libro de los de no soltar hasta haber terminado.

Enamorada de la historia, de las criaturas, de los coleccionistas, de Van y Piedra y, sobre todo, de Barnavelt, que me ha sacado sonrisas y casi lagrimitas durante toda la lectura.

Si Jaqueline West tiene pensado seguir con más libros de Los devorasueños, iré a por ellos de cabeza y si decide dejar a estos personajes y crear otros en mundos nuevos, de cabeza que iré también.






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