Sinopsis
Zhivot es diferente: tiene alas,
la piel de colores y poderes mágicos. Sin embargo, no puede abandonar el prado
en el que vive, pues está encadenado al suelo. Vive con su amiga Tselibú, una
humana corriente que lleva con él desde que tiene memoria.
Todo parece idílico hasta que, una mañana, Tselibú
desaparece y unos hombres rompen la cadena de Zhivot para llevárselo del prado.
El joven descubrirá que hay un mundo más allá de su hogar, y deseará explorarlo
para encontrar a su amiga.
Opinión personal
Con esta primera novela, Marta Carballo
nos cuenta la mágica historia de Zhivot, un joven curioso con unas cuantas
particularidades: su cuerpo está cubierto de manchas de colores, tiene alas y
puede hacer magia. Encadenado, Zhivot vive en un prado del que no puede salir,
pero es feliz en él, ya que su amiga Tselibú, una joven humana, pasa los días
con él.
Zhivot tiene el poder de crear y llena el prado de animales con los que jugar, preciosas plantas y ricos frutos que
comparte con su amiga.
Pero su tranquila y apacible vida cambia
en el momento en el que unos hombres irrumpen en su prado y se lo llevan.
Desesperado por volver con Tselibú,
quiere huir, pero el grupo, que no tiene intención de herir al joven, le enseña
un mundo desconocido del que queda prendado. Junto a ellos descubrirá a lo
largo del libro su fantástico origen y por qué vivía recluido en su querido
prado, sin dejar nunca de encontrar la forma de volver a ver a Tselibú.
A pesar de que esta historia tenía los ingredientes
para que me encatara, desgraciadamente no ha sido así. La idea, el personaje de
Zhivot y el mensaje del libro son maravillosos, de eso no hay duda, pero como
se desarrolla la trama no ha terminado de gustarme.
El principio es realmente confuso. Desde
que se llevan a Zhivot hasta que se explica algo de lo que está realmente sucediendo
pasan 100 páginas.
Los personajes secundarios, que son unos
cuantos, no tienen un desarrollo que te
lleve a empatizar con ellos y las partes de acción suceden muy de repente. O
eso me ha parecido a mí.
Sí que es verdad que, si te pones en la
piel del protagonista, que ha vivido aislado toda su vida y está experimentando
todo por primera vez, puede justificarse el que no haya muchas explicaciones.
Lo que me ha gustado son los valores que
transmite esta historia, porque eso sí que lo deja bien claro: la importancia
de la naturaleza, la confianza y la amistad.
El mundo y las criaturas que crea la
autora son fantásticos, de eso no hay tampoco duda. Como dije al principio esta
es su primera novela y el potencial que tiene esta chica es más que evidente, me
quedo con ganas de leer más historias de ella.
