Cumbres Borrascosas

SINOPSIS

La poderosa y hosca figura del atormentado Heathcliff domina Cumbres Borrascosas, novela apasionada y tempestuosa cuya sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más singulares y atractivas de todos los tiempos.

OPINIÓN

Por dónde empezar. Esta novela ha estado en mi lista de pendientes durante años, y este mes, gracias a una lectura conjunta con un grupo de mujeres maravillosas, lo he leído por fin.

Me lo vendieron como una novela romántica, así que lo empecé con la idea de encontrarme la típica relación amorosa de época. Y que equivocada estaba.

Esta historia se inicia cuando uno de los narradores, Lockwood, se muda a la Granja de los Tordos y va a visitar a su casero, el señor Heathcliff, dueño de la finca “Cumbres Borrascosas”. En su visita conoce al señor y a los otros dos habitantes de la casa Hereton y Catalina. Durante su estancia allí descubre que estos, llamémoslos personajes, son crueles y unos verdaderos bordes que viven en una permanente guerra entre ellos. Después de pasar una desconcertante noche en Cumbres, Lockwood vuelve a la Granja, donde habla con la señora Dean, el ama de llaves, que le cuenta la historia de esta peculiar familia.

Es a partir de ese momento cuando el narrador cambia para darnos paso a la señora Dean, que narra sus recuerdos.

Nos cuenta la vida de dos generaciones, desde el momento en el que el dueño de Cumbres Borrascosas, el señor Earnshaw recoge, en un viaje, a un niño de la calle, el pequeño Heathcliff, y lo lleva consigo a su hogar.

Allí convive con sus dos hijos, Catalina y Hindley, que comienzan una relación de amor y odio, respectivamente. Para la familia Earnshaw trabajan, entre otros, José, un personaje realmente odioso y la señora Dean, que cuida de los niños y crece con ellos.

Aparecen también otros nuevos personajes, los habitantes de la Granja de los Tordos, la familia Linton, compuesta por el señor y la señora Linton con sus hijos, Isabella y Eduardo.

Son las relaciones entre estas familias de lo que el libro trata. Relaciones tóxicas, llenas de celos y venganzas. 

Los personajes de esta novela son muy complejos, con sus defectos y virtudes (más defectos, diría yo). Los odié y los amé al mismo tiempo, ya que no podía parar de leer hasta saber por qué Heathcliff, un niño de la calle poco apreciado por su nueva familia, consigue ser el amo de la Granja y de Cumbres Borrascosas.

Emily Brontë supo describir muy bien tanto las emociones y sentimientos de los personajes como los lugares donde se desarrolla la novela.